Tras un funesto enfrentamiento en Amon Hen, la Comunidad del Anillo se rompió. Enormes orcos con la Mano Blanca de Saruman atacaron a la compañía, y en medio de la confusión varios miembros de la misma fueron capturados, y otros, muertos.

Cuándo el ataque hubo terminado, Aragón y el resto de la compañía descubrieron que Frodo había huido a la ribera este del Anduin en una de las barcas élficas. La elección que tenían ante si era seguir al Portador del Anillo a Mordor o bien intentar rescatar a sus amigos cautivos.

Aragorn era reacio a abandonar a los miembros capturados de su comunidad al tormento y la muerte, por lo que decidió perseguir a los orcos. El rastro dejado por el grupo orco era fácil de seguir para el hábil montaraz y pronto vieron claramente que los orcos llevaban a sus prisioneros a Isengard, la fortaleza de Saruman.

El destino los cautivos se decidiría en una persecución por las llanuras de Rohan...